Servicio aéreo de taxi eléctrico - Lilium

Con el antecedente de haber presentado un prototipo hace dos años, la firma tecnológica alemana Lilium presentó un nuevo modelo de taxi aéreo eléctrico autónomo con capacidad para cinco pasajeros, el primero que tiene esta capacidad de asientos que pudo realizar un breve despegue y aterrizaje.

La empresa Lilium con sede en Munich, planea llevar estos vehículos a todas las ciudades del mundo antes de 2025.
El avión a baterías puede viajar a 300 kilómetros en 60 minutos con una sola carga y conectará las ciudades a través de una red de plataformas de aterrizaje.

En esta tecnología, que podría revolucionar el transporte urbano, ya están trabajando empresas como Uber, Audi y Airbus. El taxi volador es cinco veces más rápido que un automóvil y genera menos ruido que una moto. Al ser eléctrico, el vehículo es libre de emisiones contaminantes. La aeronave está propulsada por 36 motores que giran después del despegue para volar como un avión convencional, utilizando solo el 10 por ciento de la energía de los drones multirrotor. Ese ahorro, a su vez le permite volar una distancia 10 veces mayor, superando los problemas de alcance que se consideran un obstáculo importante para los aviones eléctricos.

Varias empresas aeroespaciales y tecnológicas están interesadas en desarrollar estos vehículos, conocidos en la industria como eVTOL (electric vertical take off and landing, despegue y aterrizaje de vehículos eléctricos). Boeing realizó una prueba de un prototipo eléctrico y autónomo que también tuvo un despegue y aterrizaje vertical, pero con un modelo equipado con dos butacas. Uber es otra de las compañías interesadas en promocionar el servicio de taxis aéreos eléctricos, en una primera etapa con un piloto, para luego pasar a un servicio completamente autónomo.

Kitty Hawk, una firma liderada por Larry Page, el cofundador de Google, ya reveló un prototipo de vehículo aéreo eléctrico y autónomo denominado Cora, del operador aéreo Zephyr Airworks. En este caso, el taxi aéreo inició sus pruebas en Nueva Zelanda con un vehículo que funciona de forma autónoma, no requiere de un piloto y puede despegar de forma vertical mediante el uso de doce motores con hélice que funcionan de forma independiente, y está acompañado por otro impulsor ubicado en la parte posterior. Opera entre 150 a 900 metros de altura, con un rango de 100 kilómetros y puede alcanzar una velocidad de 180 kilómetros por hora.

Este nuevo dispositivo cuenta con una cabina en forma ovalada la cual puede albergar a un total de 5 pasajeros gracias a los 36 motores de reacción los cuales están distribuidos en las alas y en la parte trasera del prototipo.


Fuente:

LA NACIÓN